jueves, 18 de junio de 2015

En blanco (San Florencio de la Palabra).






“Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política”.



Néstor nos dejó estos tres pilares para tenerlos presentes en cada instancia de la vida del país, pensando en necesidades y estrategias.
El peronismo tiene su doctrina, tiene sus principios, y no parece algo muy difícil de interpretar. En ese marco, es que si uno se considera SOLDADO, miembro de un COLECTIVO que –al mismo tiempo- lo contiene y excede, y reconoce una Conducción, frente a una decisión de ella –siempre en pos del bien del Proyecto- lo que hay que hacer es bastante sencillo: ACEPTAR. Eso implica abandonar cualquier atisbo de individualismo, y ocupar el lugar que el Movimiento Nacional Peronista considere oportuno y conveniente. En este caso, se trató del ofrecimiento a un compañero, que pretendía ser pre-candidato a Presidente de la Nación, de la gobernación del principal distrito electoral del país, algo a todas luces CLAVE para lograr el triunfo contundente que anhela el Movimiento a nivel nacional, para garantizar la continuidad del Proyecto. Por esto es que llama la atención el RECHAZO a esa estrategia delineada por la Conducción por parte de alguien que una y otra vez se afirma y reconoce como SOLDADO del Movimiento, con todo lo que ello implica. Y más allá de esa actitud que privilegia los intereses particulares a los generales, me parece bastante reprochable la difusión de una suerte de Manifiesto de Ética y Moral, que –pretendiendo resaltar la valoración de la palabra, a secas- busca justificar su desvío notable de la lógica del Movimiento, al cual se niega.
Yendo a lo concreto, creo que Randazzo no interpretó la jugada ni comprendió la enorme responsabilidad que la Conducción decidió darle: gestionar la principal provincia del país, con la constancia de labor ejecutiva que eso podría brindarle para –cumpliendo su deseo y añoranza- tener posibilidades de ser Presidente en el año 2019. Avanzando más a lo específico, la provincia de Buenos Aires tiene una empresa ferroviaria abandonada y sin gestión, FerroBaires, por lo que si Randazzo hubiera tenido una pizca de perspectiva y mirada a largo plazo hubiera considerado pelear con toda la fortaleza del Movimiento la gobernación, ganado por goleada, y haber podido encarar un trabajo excelso en un área que conoce bien, como los ferrocarriles, revolucionando el transporte del distrito fundamental.
Por todo esto es que creo que no era necesario exponer un certificado de ética y moral, sino simplemente aceptar jugar en el puesto que el DT considera que más útil le es al equipo. Este RECHAZO no hace otra cosa que desafiar el liderazgo de la Presidenta y plantearse por encima del COLECTIVO, generando además una suerte de militancia del voto en blanco, conformada por el randazzismo emocional, que peregrina hacia San Florencio de la Palabra, convencida de hacer la revolución, no se sabe dónde ni cómo ni con quién ni cuándo. 
          La historia lo juzgará, como a todos. El ensalzamiento del periodismo opositor a su figura muestra a las claras el efecto de esta decisión de abandonar la lógica del Movimiento, en detrimento de la Conducción y el Proyecto.

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